15 de agosto de 2010

Murmullo de los Días Perdidos






(Fotografía: "Acosta", Ramiro Rodríguez)


Carlos Acosta Guerrero, originario de Antiguo Morelos (1954), radica en Ciudad Mante, donde desarrolla y practica su vocación literaria. Asistió a talleres literarios conducidos por poetas estatales de las últimas décadas. Es incluido en Antología de Poetas Mantenses I (1992), II (2005) y Antología colectivo3 (2008). Ha publicado Sucede a diario, (1996); El suburbio de los sueños, (1997), Campanas en la niebla (2004) En memoria de estos años (2006) y Marotas (2006). Su libro Espiral de luz, es premio estatal de poesía Juan B. Tijerina 2002.

1

El Sol de mediodía quema por las calles
El pueblo rebosa de silencio
Se pueden escuchar el silbo del pijuy
y el vuelo del viento entre las hojas de los eucaliptos
Desde una loma cercana
como el murmullo de los días perdidos
nos llega un bullicio de fiesta
Un grupo de hombres
quizá una veintena
bailan al tiempo que caminan
animados por un violín y una guitarra
que entrelazan los sonidos de sus cuerdas
Vienen alegres
mas no cantan
Y traen la cara cubierta


2

Los antifaces son de vil cartón
Cualquier caja de zapatos o cervezas
es útil para la confección de las máscaras
No hay colorido en ellas
Ningún barro sagrado milenario
es el material moldeado
No hay dios ni fetiche
que sugiera estigmas o creencias
Nada las adorna
que para esconderse da lo mismo
un pedazo de cartón
que una máscara de plata


3

Dos hombres de piel curtida y ojos ladinos
pegados al pecho llevan violín y guitarra
El sombrero de paja     circular y amplio
es otra máscara que los esconde del Sol
y del polvo
y de la muerte si pudiera
Cantan una canción antigua
aprendida entre las faldas de la madre
repetida en el tiempo del barbecho
en el andar sobre el surco detrás del arado
Renacida a lomos de una yegua
en las noches sólo rotas
por el amor de los grillos
y la brasa del cigarro


4

Son monstruos disfrazados de nada
Ropas viejas    descoloridas    recubren los cuerpos
Bajo una tela roja esconden cara y cabeza
Y sobrepuesta     la máscara
Las medias son de un blanco percudido
y las faldas
porque todas las marotas son hembras
de color verde y con grandes flores moradas
La blusa es de manga larga
y los pechos y las nalgas de estas damas     son grandes
muy grandes
y se mueven al compás del baile
con un ritmo que ya quisieran las bailarinas exóticas


De Marotas (2006)

Imagen: Acosta, Ramiro Rodríguez,