25 de junio de 2007

Playas de Sal y Palabra


Lidia Díaz es ciudadana americana, nativa de Buenos Aires, Argentina. Doctora en Literatura, profesora de letras hispánicas en la Universidad de Texas en Brownsville. Crítica e investigadora de literatura infantil contemporánea escrita en español, de narrativa contemporánea hispana escrita por mujeres, creadora en el género poético, participa en el Congreso de Literatura Mexicana Contemporánea de El Paso, Texas; en el Encuentro Voces en la Frontera (Reynosa/ McAllen); y en el Congreso Binacional de Literatura Tamaulipas-Texas (Brownsville/ Matamoros). Publica poemas y ensayos críticos en diversas revistas literarias, tales como la Revista de Literatura Mexicana (El Paso, Texas), Novosantanderino (UTB/TSC), entre otras. Su obra poética aparece en Letras en el estuario Antología de poesía y narrativa (2008). Lectora ferviente, en junio de 2007 se le otorga el premio de Poesía al Mar, convocado por Cuicacalli ProArte y la Secretaría de Marina con sede en Matamoros. El Ateneo Literario José Arrese de Matamoros le concede primer lugar en el Certamen Literario José Arrese, género poesía, en el 2007 y el 2008.


Invierno

Gris de adentros.
Hoy mis nubes me oxidan morosas
cobijando penas en clave de frío.
Las estrellas negocian su noche
y me desamparan;
negándome asilo
me roen inhóspita
tejiendo vana
la ilusión de lunas
porque todavía no.
Quisiera secuestrar el día
para almacenar sus soles
y escudarme de veranos
seduciendo risas
demorando ocasos
persuadiendo al tiempo
para transitarme un cielo
sin tristeza de almanaques.
Incendio entonces mis rincones
y estampo en las ventanas
porfiadas primaveras
de desnudez temprana.
Me abriga la promesa
del jardín seguro.
Me alienta el artificio
de que el hoy se suicide en mañana
para soñarse en flores
que llegarán sin calma.
Por eso quiero decir que no me importa el invierno.
No me importa si te ondulo entero.
No me importa el invierno
si se arrepiente de ser.
No me importa el invierno
si acecha indomable
la tibieza firme
de un amanecer sin pactos.
No me importa el invierno
si mi frágil verso te construye mío.
No me importa el invierno
si el abrazo eterno sigue siendo eterno
si quiebro mis miedos con el beso impío
si se abren resquicios para mis azules
y si al alba verde
vos me celebrás
en la sábana ardiente
que emula al estío.
Entonces
ya no me importa el invierno.



Sendero de inmigrantes

Cabalgando en las aristas de la esperanza
poblaron los barcos de sueños y sudores.
Con el yelmo silvestre de sus manos
y la lanza bruñida de sus brazos
dibujaron su memoria
                                 en otros mapas
para escribir de promesas su horizonte.

Empapados de desgarro y despedida
adivinaron timoneles de incerteza
buscando el abrazo de la tierra ignota.

Fabricando otras ventanas
conjugaron las quimeras
del abrigo ajeno que tejieron propio.
Transmigraron gestos
espejearon voces
y se fragmentaron
en la equívoca luz de otros olores.

¿En qué lugar guardar las llaves?

No tenían que mirar atrás
pero el corazón se les quedó enganchado.

No debían llorar nostalgias
pero instalaron sus inviernos
en el silencio fiel de la añoranza.

E imaginando retornos
                        que sabían truncos
se inventaron geografías de crisoles y de puentes
para sobrevivir distancias.

Y aquí se quedaron…
futurando su historia y rastreando en sus pasos
para rearmar su identidad en los olvidos
para vestir de ilusión sus desarraigos
para sembrarse en los trayectos de estos mares.



Mar de mis preguntas

Hoy palpo el talle de mi verbo
tanteando mi cincel para nombrarte
en la distancia de tu margen sin memoria
y en mis preguntas a la hondura de tu historia.

Hoy me embarco errante en la noche de tus brumas
repitiendo de asombro tus caricias de arena.
Hoy mi faro estéril se rinde a tu misterio
para naufragar certezas en tu lecho de espumas.

No me resigno a la palabra mansa
porque no quiero atenuar
la preñez de tu rugido.

No voy a hurgar en tu atavismo terco
que corteja en magias
a piratas y sirenas.

Me niego a herirte de Alfonsinas-anclas
si su verso aún vive
y vos no sabías

Hoy yo te celebro
mar de las premuras
y acaracolando el semen de tu vientre frío
enciendo mis playas de sal y palabra
para itinerarme en la voz de tus navíos.

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