3 de junio de 2007

Plegaria para tus Ojos



Juana Vázquez Herrera nació hace taaaaaantos años que, ¡imagínense!, aún no terminaba la Segunda Guerra Mundial. Nació en Zacatecas entre cerros de oro y plata y vive en Neza, donde no tiene en que caerse muerta; fue madre descontrolada (no tenía televisión) así que parió siete hijos. Ya son veinte años los que esta mujer anda de revoltosa y nezia (con Z de Nezahualcóyotl), compartiendo su trabajo cultural en esta comunidad. Vendía en los tianguis de Neza, y de repente se fue a Hollywood CA., donde daba clases de inglés sin saber bien el español. Tiene más arrugas que ideas, no toma Coca Cola, no vota por ningún partido, no ve telenovelas, no baila el mambo number five y, bueno, pare de contar. Pero ahora nos viene con que ella escribe... Bueno aquí le dejo lo que esta mujer hace, usted sabe si se atreve a leerlo.

Juana Vazquez Herrera.

Marzo de 2001



Espejo de la Mixteca

(Para esta comunidad de la Mixteca Oaxaqueña
que en el vientre tibio y oloroso de sus blancas tortillas
me entregó su poesía y su amistad.)

Yosocuta, puñado de blancas flores
que Dios esparció por la mixteca,
llano de agua en la tierra del sol,
colibrí de México poeta,
gente morena regalante del buen amor.

Son tus cacahuates
parvadas de mariposas blancas,
jugueteando en las montañas
de tu alrededor.

Yosocuta, llano de agua,
sensual trigueña, piel aromada de flor;
protegida por los cactus
como tus hombres altivos de la región.

En el espejo brillante de tu presa
las aguas llevan las penas a raudales,
las morenas lavan sus oscuras trenzas
y cantando enjuagan sus necesidades.



Manos

Cómo respeto las manos
de la mujer que trabaja,
son de las grandes razones
que alientan mi lucha diaria,
esas productivas manos
en la lucha cotidiana;
las que fabrican tortillas,
las que guisan, lavan, planchan
y las que llenan cuartillas
o que manejan las máquinas,
las que agarrando los libros
nos alimentan el alma
o las manos campesinas
oliendo a tierra mojada;
también son lindas sus manos
cuando agarran la pancarta,
o cuando levantan el puño
en la lucha solidaria,
y van cargando los hijos,
y van... ¡forjando la patria!



Via Crucis

sábado.- Acusada, acosada, acorralada
domingo.- Confusa, decide entregarse
lunes.- Clama: perdónenme, no supe lo que hacía
martes.- Señalada, martirizada, inicia su vía crucis
miércoles.- "Señor, hágase en mí, según tu palabra"
jueves.- ¡Culpable!, sentenciada a morir viviendo
viernes.- Muere inmolada... anulándose
sábado.- Los que la aman lloran por ella y por ellos
domingo.- Ni aun resucitando, cree ella tener algún valor
lunes.- Sale del ficticio sepulcro, a uno concreto,
cotidiano
y
real...


De Plegaria para tus Ojos (1998)

1 comentario:

  1. Y luego dicen que no existen las casualidades. Qué gusto habernos encontrado en Ciudad Victoria. A pesar de haber sido la segunda o tercera vez de vernos, sentí que nos conocíamos desde siempre.

    Un abrazo.

    Ramiro.

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